Con frecuencia, me encuentro personas altamente sensibles que, desbordadas por sus emociones o con miedos, o, simplemente, gracias a esa conciencia tan especial, se cuestionan la posibilidad de tener un alto cociente intelectual cuando sienten una intensidad emocional tan fuerte, todos les consideran muy sensibles y ven empañados los demás aspectos de su persona por este rasgo.
Sabemos que aquellos con Altas Capacidades suelen tener una gran dificultad para aceptar que lo son. Alguien muy inteligente, desde la humildad característica que conlleva la alta capacidad intelectual, duda constantemente de su inteligencia y del grado de ésta, soliendo valorarla por debajo de la propia realidad de cada uno. Esto, en no pocas ocasiones, puede llevar al miedo a realizar un test de inteligencia ya que, según afirman con seguridad, los resultados serán bajos y, entonces, si una sensibilidad alta, una creatividad por encima de la de la mayoría de las personas y la alta inteligencia, suelen ir de la mano, quizá nunca llegue a comprenderse mi hipersensibilidad, es decir, seguro que tengo un CI normal o bajo, entonces, no cabe la alta sensibilidad que me desconcierta, que me hace creer que algo malo está ocurriendo en mí, que quizá tenga un trastorno mental…
No es más que miedo, en casi todos los casos confusión, y diría que en el 99%, la imposibilidad de aceptar que algo bueno, como un CI por encima de 130, puede ser algo propio.
Es cierto que, por desgracia, actualmente logramos medir la capacidad intelectual (Escalas de inteligencia de Wechsler: WPPSI, WISC, WAIS, Test de Stanford Binet, Raven…) e incluso la capacidad creativa de una persona (Prueba de Imaginación Creativa: PIC-N, PIC-J, PIC-A, Test de Torrance…), definidas de modos muy concretos que, no dudo, quizá deberíamos revisar, pero, ¿existe la manera de medir una alta sensibilidad, la hiperreactividad…? ¿hasta dónde soy sensible? Noto que lo soy mucho más que la mayoría de la gente, lloro por nada, cualquier pequeño suceso desagradable se queda en mí durante semanas, me conmueve la belleza hasta un punto que me siento incapaz de expresar, soy muy inestable en mis emociones, tengo una memoria afectiva que produce admiración.
Tener una alta inteligencia emocional no es lo mismo que ser una persona altamente sensible (PAS), son aspectos incluso contrapuestos, por lo que, aunque existen tests para medir la inteligencia emocional (igual de cuestionables, en mi opinión, que la medida del CI o la creatividad), tan sólo podemos hacernos una idea de nuestro grado de sensibilidad, emocionalidad, con pruebas neurofisiológicas, de reactividad ante la presencia de ciertos estímulos, que registran la intensidad de respuesta de la persona y la zona del cerebro que se activa. De ahí que los estudios científicos señalen que las PAS, tienen mucha más actividad neuronal a nivel de la amígdala y del lóbulo frontal, así como del hemisferio derecho del cerebro, curiosamente, la zona asociada a la creatividad, entre otros aspectos.
Pero… ¿por qué ocurre esto?¿es una cuestión de genética?¿ambiental? Lo que está claro es que existe una cierta correlación entre sensibilidad, inteligencia y creatividad, y que debemos aunarlas en nosotros para poder definir nuestra identidad sin dejar de lado ningún aspecto de los que nos caracterizan y hacen únicos, al igual que se dice que no podemos ser sólo mente, dejando a un lado nuestro cuerpo. Somos cuerpo, inteligencia, creatividad, sensibilidad y tantas y tantas cosas… somos mucho más que personas altamente sensibles, mucho más que una etiqueta de AACC (Altas Capacidades), PAS, Superdotación, Talento… aunque no todo esté repartido con la misma proporción en nuestro ser, somos Raúl, María, Ana, Francisco, Alba, Diego, Esther, Sofía, José, Natalia, David…